En Factoría de Felicidad ya sabéis que el tema central es el amor y la felicidad, así que hoy quiero hacerme partícipe de algunas de las reflexiones acerca del amor de pareja que hace el filósofo francés André Comte-Sponville en su nuevo libro "Ni el sexo ni la muerte".
En la pasada entrada Pon amor de pareja en tu vida podéis ver unos cuantos consejos para abrirnos al amor y poder tener más facilidad para encontrar nuestra pareja ideal, en esta ocasión y de boca de este gran filósofo contemporáneo, veremos cómo ser feliz y amar a tu pareja de por vida es posible, todo ello sin dejar de lado la pasión y el sexo.
La enérgica pasión del enamoramiento, muy carnal al principio, no puede mantenerse para siempre, así que una pareja realmente feliz es aquella que ha sabido transformar esa pasión loca por amor sabio, es aquella que mantiene la alegría de amar y ser amados.
Según los antiguos griegos existen tres tipos de amor: Eros (pasión), Philia (amistad) y Ágape (caridad y ternura), así que una pareja que perdura feliz en el tiempo tiene que aprender a trascender del primero a los otros dos.
"Alegrarse de la existencia del otro, de su presencia, sentir placer por compartir su vida y su lecho, no significa menos amor, sino más" son palabras textuales citadas por el filósofo, autor de otras obras conocidas como "Pequeño tratado de las grandes virtudes" o "La felicidad, desesperadamente".
Las parejas que saben mantenerse felices son aquellas que siguen sintiendo deseo por el otro, que disfrutan y tienen verdadero placer al hacer el amor juntos, que se alegran por el amor que su pareja demuestra hacia ellos y siguen sintiendo la alegría de seguir juntos y de vivir el presente, aunque hayan momentos menos buenos que otros.
Ese amor puede durar toda la vida y se alimenta de ternura, confianza, humor o comunicación, así como de amistad y de erotismo. Las parejas en las que sus miembros son verdaderos amigos son las más felices.
Según Comte-Sponville, ateo declarado, solo cree en el amor humano, que vale la pena ser experimentado pues solo se puede ser feliz en el amor, aunque sea extremadamente frágil pues "una pareja son dos soledades, dos fragilidades que se encuentran".
La espiritualidad, para él, no está reservada a las religiones, pues es el punto donde se encuentran la verdad y la alegría, y en la pareja es donde más se refuerza, pues únicamente cuando actuamos por amor tenemos "momentos de santidad".
La mujer es la pieza clave y ha tenido un rol importantísimo en la consolidación del amor como valor universal y supremo, así que defiende que el amor proviene del sexo y las mujeres. El amor maternal, que sólo pueden sentir ellas, ha sido la semilla que ha extendido el amor entre la humanidad, ya que si sólo hubiese existido una visión masculina de la vida, ésta hubiese sido mucho más superficial y materialista. Tanto es así que afirma: "ningún Dios puede sustituir a una madre".
No se debe criminalizar ni banalizar el sexo, ya que el deseo y el erotismo son parte de nuestra animalidad. Cita: "No existe nada más específicamente humano, aparte de los ritos funerarios, que el erotismo, que el libertinaje, incluso dentro de la pareja (...) Ni el sexo ni la muerte son específicamente humanos. Pero el erotismo y los funerales sí".
¿No creéis que este tema merece ser extendido? Para el/la que se haya quedado con ganas de saber más de lo que se habla en esta interesante obra de Comte-Sponville, aquí os dejo un enlace para poder adquirirla en libro clásico o e-book.
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