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jueves, 17 de noviembre de 2011

¡Tus deseos son ordenes para mí! (Primera parte)

Sí, has leido bien eso mismo te diría tu mente si tuviera personalidad propia, ella es una herramienta prodigiosa, es tu genio de la lampara, sólo debes hacerla trabajar para ti, como tú quieras, los resultados pueden impresionarte. No vamos a hablar de algo mágico, sino de autosugestión, que está científicamente probada.



    Todo lo que las personas tenemos en nuestras vidas lo hemos creado nosotros mismos. Es cierto que no todos hemos nacido con las mismas cosas y posibilidades en nuestro entorno, pero una vez comenzamos nuestro camino todo lo que vayamos aportando a nuestras vidas lo ponemos nosotros mismos utilizando nuestra herramienta inmaterial más preciada y poderosa: nuestra mente.

    Esta afirmación puede resultar chocante para la mayoría de las personas, sobretodo para las más religiosas, pero incluso en la Biblia hay menciones acerca del poder creador del ser humano, de los que pueden verse varios ejemplos en el libro "El secreto del poder de las metas" del autor Andrew Corentt, obra en la que se basa este post y de la que recomiendo su lectura para entender plenamente este tema. Científicamente no está demostrada la existencia de Dios, tampoco lo está el poder creador de la mente, pero si muchos de nosotros creemos en Dios también podemos creer en nuestro propio poder creador; quizá no sea nuestra mente la que cree directamente en el plano material aquello que deseamos y tan sólo es una herramienta de comunicación con un ente superior que nos dará lo deseado, el caso es que sea como sea lo que sí que yo mismo he experimentado es que con fe y voluntad, los deseos verdaderos con este método se hacen realidad.



    La pregunta que surge ante lo comentado arriba es: si eso es así ¿por qué no tenemos todo lo que deseamos y en muchos casos obtenemos todo lo contrario? La respuesta es sencilla, la mayoría de nosotros no creemos o desconocemos ese poder creador, también deberíamos preguntarnos ¿cuántos de nosotros ponemos verdadera fe y aplicamos nuestra fuerza de voluntad para alcanzar las metas que nos proponemos?

    Utilizamos nuestra mente subconsciente de manera incorrecta dejando que sea ella la que tome decisiones de lo que tiene que traer a nuestra vida. Al contrario que nuestra consciencia, nuestra mente creadora o subsconsciente no es inteligente, sencillamente trae a nuestra vida aquello en que la consciencia está continuamente centrada: eso en lo que más pensamos, más vemos, hablamos, oímos, etc; por ejemplo, si siempre pensamos y hablamos de la continua falta de riqueza, la poca suerte que nos acompaña, y los continuos desastres que nos ocurren, a nuestra mente le damos, sin querer, la orden de traernos más de lo mismo. Dicho de otro modo, nosotros somos los principales responsables de todo lo que nos ocurre. Cambiar esta tendencia no es cosa de la noche a la mañana, así que habrá que combinar fe, voluntad y amor para que día a día le demos la vuelta a nuestra situación. Recuerda sentir amor por ti y por tu vida todos los días.

    Continuamos con este importante proceso en la segunda parte...

    Muchas gracias por leer mis palabras.

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